Desde chiquitito

Vuelve atrás, un mes, cinco meses, diez años…treinta años…abre los ojos, ves un pupitre, trazas sin sentido la adornan, alza la vista, tienes delante una pizarra, justo a tu lado ves la cara de tu compañero de clase, con el que te echaron por reírte o con el que preparas ese trabajo con matrícula de […]

Las notas

Parece que fue ayer cuando estaba yo en casa, viendo la tele, nervioso y pensando «¿por qué he llegado esto?». En esos momentos es cuando te venían a la cabeza cada minuto de esos que has perdido, cada luegomepongoylohago, cada semana, cada tarde. Imagino que sabréis de que estamos hablando, correcto, el día de las notas. Puede que no hayas pensado en eso, puede que no, puede tu mente se haya ido a otra situación en la que te acuerdas del tiempo perdido, en que piensas que podías haber aprovechado más cada minuto…las entregas de proyecto.

Normalmente hay una pregunta recurrente en todas las entrevistas de trabajo, esa pregunta es a todas luces una pregunta para calibrar un aspecto de ti que interesa muchísimo en un proyecto y empresa, tu capacidad de aguante. Se suele abordar el tema preguntando sobre si estarías dispuesto a hacer esfuerzos o soportar picos de trabajo, lo que viene a ser si estás dispuesto a echar horas «by the face» para llegar a entregas y cumplir plazos. Ante esta tesitura, normalmente se suele contestar que sí, que un pico de trabajo de una semana o dos es asumible, más no. Más que nada, hay que explicar, que la normalidad de echar horas de más no se puede llamar pico de trabajo, sino explotación.

«Nos van a cortar el cuello», «El proyecto se va al carajo», «Nos van a sacar a patadas de aquí», son ejemplos de cómo comunicar al personal que no da tiempo a llegar a la entrega. A día de hoy no he visto a nadie colgado del puente de la M30 con un cartel que ponga «No cumplieron el plazo de entrega», sí que es cierto que al no cumplir un plazo puede haber consecuencias, pero por favor, si quieres tener un equipo implicado y motivado, quizás hay que hablar más que asustar. Que sí, que la mierda siempre cae para abajo, pero si eres un buen gestor, debes ser capaz de filtrar esa mierda, nunca interesa tener al equipo cabreado, nunca.

Estamos ya en situación, ahora ya no se baja a por café ni se echan tantos pitis, estamos en ese momento en que, cuando hablas con los compis la frase es «ni de coña llegamos». Las consecuencias las abordaremos más tarde, quisiera hacer una breve parada en los motivos. Creo que pensar que en el 95% de los casos la culpa no es de los desarrolladores no es descabellado, es más, puede que nos quedemos cortos. Sería lógico pensar que las personas que van a picar el proyecto tienen las ideas claras, o aproximadas de cuánto tiempo lleva hacer algo, y digo que sería lógico porque no siempre se considera así, no siempre se pregunta el coste, y con ello tenemos nuestra primera causa, el vender-humo. Si a cualquiera nos preguntan cuánto se tarda en hacer el tapiz de La pesca milagrosa, uno de los arazzi di Raffaello ,lo más normal sería pensar que mucho, que no tenemos ni pajolera idea y que preguntaremos. No tenemos ni idea de vender, esto se soluciona con un: «bueno, esto en 2 meses haciendo un esfuerzo se hace», luego apareces delante del equipo como «chicos, hay que hacer un esfuerzo, el cliente blablabla, porque blablabla infojobs blablabla hay que salir de aquí blablabla, lo va a hacer este con los huevos…blablabla», no es exactamente lo que nos han dicho, pero sí lo que hemos escuchado.

Una segunda causa es el famoso Yaquestamos, esa palabra fea y mal sonada puede hacer más daño que windows vista (oh vaya que topicazo). Los que hemos estado en alguna demo sabemos que es esto, llega casi sin avisar, de puntillas, sigiloso…»Oye, ya que estamos, ¿no puede ir este campo en rosa chicle?» Rápidamente en tu cabeza piensas que sólo es cambiar el color, que son 5 minutos…contestas que sí, la cagas. No sólo es cambiar el color, hay que actualizar documentos, desplegar…más de 5 minutos. Ahora multiplica ese Yaquestamos por 30 detalles a cambiar y no cambies la fecha de entrega, ya llorarás más adelante. Si pensáis que esos pequeños cambios harán más comprensible que lleguemos más tarde a las entregas, es que sois más ingenuos que el qué pensó que usaríamos bien los sobrecillos de azúcar. Como recomendación os diría que hay una solución a esto, un salvavidas que poder tirar a la cara a quien os exija cuentas por los Yaquestamos, además que quita las ganas de que os los pidan, se llama Documento de cambio de alcance. Cada cambio se anota, se estima y se aprueba, así veréis como dormiréis más tranquilos.

Sin duda habrá más motivos, pero para hacer esto más entretenido, podríais comentar y hacernos llegar vuestros motivos más TOP, seguro que hay de todo.

Una vez hemos visto las causas, viene lo más sexy, las consecuencias. Normalmente ante inclemencias propias de la profesión, tales como las descritas en párrafos anteriores, suele haber un cambio, tanto a nivel personal como ambiental. Hemos llegado a ver como equipos que trabajaban de manera espectacular, eran arrasados por las dudas, las tensiones y la falta de empatía desde varios ámbitos. No decimos desde aquí que todo el trabajo sea un camino de rosas, pero se suele saber de dónde viene la peste a mierda, de ahí que no siempre se suela reaccionar igual.

Otra consecuencia clásica es la generación de desconfianza. Cuando te han pedido un esfuerzo, te han pedido que pienses por la empresa, te han hecho dejar de lado tu vida personal en beneficio de una empresa…normalmente accedes, es así, no vayamos de chulitos que todos hemos pasado por ahí. Y digo que todos hemos pasado por ahí porque se suele oler la inocencia, y amigos, ese olor les encanta a ciertos perfiles y atacan como los tiburones al USS Indianapolis. Lo que suele pasar es que después de que nos cueste: amigos, parejas y hasta salud, ves cómo te dejan más tirado que una colilla de lucky strike cuando finaliza el esfuerzo, y claro, te encabronas. Y cuando sueles acumular algún que otra tirada de colilla, sueles perder transigencia, con razón.

Sin más os dejo pensando sobre qué es eso del USS Indianapolis y nos vemos ¿pronto? espero que si. Y recordad, si estáis leyendo esto a más de las 19:00 en la oficina es que apestáis a colilla.

Matrix

7 años. Os acordáis de dónde estabais hace 7 años? Yo sí. Acababa de incorporarme al mundo de la informática como trabajador. Había escuchado muchas historias acerca de las «cárnicas» y de como siempre intentaban aprovecharse de ti. Pensaba que eso no me pasaría a mi. Había entrado en una empresa pequeña pero con recorrido […]

Batman

Miras el móvil y la pantalla devuelve un silencio en forma de wallpaper de Batman, lo guardas en el bolsillo, das unos pasos y parece que vibra…pero no, Batman vuelve a estar ahí. Aunque estás en medio de varios compañeros y el doble de barritas de tomate, estas solo, sólo en tus pensamientos, solo y […]

Bañador, toalla y móvil de empresa

Aprovechamos que casi todos están de vacaciones y hagamos lo que mejor se nos da, desarrollar software? no! quejarnos!

Hay cosas que sientan mal, como que te llueva en la playa o que te pierda la maleta alguna aerolínea, pero una de las peores cosas que te pueden sentar es una frase dicha, sobre todo con risita…»estate localizable estas vacaciones». ¿No os da por pensar a veces lo necesarios que somos para la empresa? Da la sensación que sin nosotros se viene abajo! pánico ante periodos estivales o bajas médicas, entonces, ¿porque cobramos tan poco? 🙂

Recuerdo cuando empecé en este sector y te dejaban portátiles y demás elementos portables, estaba agasajado con tantas herramientas de trabajo molonas. No te das cuenta que un portátil te da la posibilidad de currar desde muchos sitios, incluida tu casa! El móvil de empresa es otra cosa que mola, sobre todo cuando suena a las 3AM porque alguien se ha cargado algo en la otra parte del mundo, y como todos sabemos, la globalización es así, tu horario es el tuyo y el de los demás también (es el tuyo).

Las vacaciones son eso, vacaciones. Hay que liberar la mente, el estrés, la ansiedad, el café de máquina, aguantar al imbécil de tu compañero, son cosas que se acumulan, hacen poso, quedan ahí. Los fines de semana se descarga algo de suciedad laboral, pero no suficiente. Necesitamos las vacaciones, desconectar, no madrugar, terrazas, familia, pareja, amigos…todo nos ayuda a limpiarnos la mente, soltar lastre mental y cargar las pilas.

El que escribe no veía tan necesarias las vacaciones, imagino que porque mi trabajo me gusta..¿ba?.Pobre de mi, pobre de mi mente. Cuanta tazón tenías amigo.

Lo siento cariño, tengo lío en el curro…

¿Cuántas veces habéis enviado el título por Whatsapp (sms pre-smartphone) a vuestra parienta? ¿Y a vuestros colegas? Si, seguro que os llamáis cariño entre vosotros, yo desde luego lo hago.

Subidas a producción…esa frase me pone los pelos como escarpias e imagino que vosotros también. Producción es un sitio inhóspito lleno de cosas que pueden destrozar una aplicación y viven alimañas que devoran código fuente, es un sitio en el que no nos gustaría vivir y que seguro que inventó Hitler. Las subidas a producción han roto más matrimonios que las vacaciones o las infidelidades, es así. Al final la idea que ronda siempre la cabeza es «¿porque no se hacen estas cosas mejor?» «¿Porqué se hacen subidas a última hora?«.

Recuerdo un día cualquiera, cualquier oficina, tarde, todos cansados…aparece el jefe y suelta «Bueno, ¿qué queréis para cenar?» ¿KEK? ¿cómo que cenar? Ya muchos ni siquiera se molestan en preguntar, sólo porque hayan vendido su alma y su vida a una empresa no implica que sus esbirros lo hayamos hecho, lo dan por hecho. Por lo menos pagó la cena.

Los horarios, que movida ¿verdad? Es algo fundamental en un trabajo, pero nos dicen que no debes preguntarlo en una entrevista porque das la sensación de querer salir del curro antes siquiera de estar contratado. Aveces parece que todo lo que implique tener vida fuera del curro sienta mal, no se puede dejar claro que vas a trabajar durante las horas por las que te pagan y que luego te piras, no se puede decir que tu vida familiar es más importante que la laboral…en fin.

Os voy a contar un secretillo, así entre nosotros, creo que echar muchas horas no es bueno para el proyecto, pero cuidado, no lo contéis por ahí que lo mismo esos jefes anclados en tiempos pasados se dan cuenta que es mejor trabajar 7 u 8 horas que 12 o 14. Recuerdo que en mi época de estudiante alguien dijo una vez, sería sobre las 6 de la mañana «Me voy a mi casa que estoy desaprendiendo», pues para el desarrollo de aplicaciones igual, la mente llega un momento que más que producir, rompe, que más que beneficiar, estropea.

Conciliar la vida familiar y personal con la laboral, esa es la clave. Que nos digan en una entrevista que en esa empresa se toman en serio que el empleado se desarrolle su carrera profesional y que no repercuta sobre su vida privada. A día de hoy esto se me supone una fantasía, decir me lo han dicho muchas veces, demasiadas…pero o no era verdad o no lo pude ver.

Al final es un bulo que los informátic@s no ligamos, el tema es que no nos duran con estos horarios que nos ponen. En fin, sé que ha pasado tiempo desde la anterior entrada, pero os escribo desde el móvil y en el metro, 23:08, día laboral.